Obsesionado con el dibujo desde una edad muy temprana, Mark siempre estuvo interesado en expresar visualmente sus ideas creativas.
Como un camino secundario mientras estudiaba una ingeniería y se formaba en el sector de la educación, se lanzó a viajar alrededor del mundo para volver a las raíces creativas. Finalmente, encontró el tiempo y dinero para comprar su primera cámara y aprender lo qué es realmente una ‘f-stop’. Así nació su historia de amor.
No pasó mucho tiempo para que Marc explorará todas las ramas posibles de la fotografía, usando cámaras de gran formato y procesando las imagenes en un cuarto oscuro, e incluso filmando sus primeros y temblorosos planos.
Estas incursiones creativas pronto se unieron a la necesidad de usar las imágenes para contar historias. Una habilidad que perfeccionó aún más mientras entrenaba como fotoperiodista.
Una década después continúa la historia de amor. Impulsada con nuevas ideas y nuevas tecnologías como pretexto para conocer gente nueva, visitar nuevos lugares y descubrir nuevas historias que contar.
Cuando no está trabajando duro, se le puede encontrar llenando los vacíos en su experiencia personal. Puedes encontratle perfeccionando su pan de masa fermentada o incluso aprendiendo nuevos idiomas. Su último desafío ha sido enfrentarse a describirse a sí mismo en tercera persona.